Una propuesta organizacional y social donde la cooperación, la solidaridad y el bienestar general pueden modelar los sistemas organizacionales y sociales.
El comportamiento del ser humano está influenciado por los siguientes factores: la razón, el Corazón, la intuición, el campo externo y su nivel de consciencia. Mientras mayor el nivel de consciencia de una persona, mayor será su disposición de escuchar su corazón para orientar su comportamiento dentro de un sistemal social.
El paradigma orgánico puede ser aplicado a nivel organizacional, y permite definir una estructura en red que posee propiedades tales como adaptación, flexibilidad, integración, equilibrio y evolución. Adicionalmente, es una estructura compuesta por unidades que poseen estas mismas propiedades. Así mismo, esta estructura puede ser vista como una unidad que integra una estructura aún mayor.
En las estructuras orgánicas se encuentran las siguientes propiedades:
* Fuerza de atracción: aquella que permite que la estructura se mantenga unida en el tiempo.
* Fuerza centrífuga: aquella que se contrapone a la fuerza de atracción orgánica, y que permite que exista un equilibrio entre las unidades que componen el sistema, y que evita que haya una atracción excesiva entre ellas.
* Espacio vital: el equilibrio resultante entre las fuerzas de atracción y la fuerza centrífuga que permite que las unidades del sistema orgánico dispongan de un mínimo epacio necesario para existir.
En un sistema social orgánico, el trabajo está organizado de tal manera que cada uno de los integrantes tienen que proveer de un servicio a la estructura, y simultáneamente gozan de los mismos beneficios.
El trabajo es el medio que permite a una persona brindar un servicio a la sociedad, recibir el servicio de otras personas, y como un vehículo para lograr su propia realización mediante el ejercicio de su vocación.
La incorporación de la tecnología no será utilizada para desplazar a las personas de sus empleos y fuentes de trabajo, sino que permitirá liberar a la gente de actividades repetitivas y rutinarias, para que puedan dedicarse a ejercer su vocación, y de esta manera ayudar al funcionamiento adecuado del sistema social en el que se encuentra.
El ciudadano consciente encuentra su realización personal en la medida en que ejerce su vocación y además: consigue satisfacer sus propias necesidades, es útil a la sociedad, contribuye en la satisfacción de las necesidades de los demás, y crece de forma continua a nivel personal y espiritual.
El ejercicio de la vocación es la manera mediante la cual una persona puede lograr su realización personal, y ser realmente útil a la sociedad.
La distribución de bienes y servicios estará regida por los siguientes principios: repartición igualitaria basada en las necesidades individuales, bienestar general, y accessibilidad para todos.
El ciudadano consciente no tratará de obtener más bienes materiales de los que necesita para vivir. Él tendrá derecho a recibir del sistema económico los bienes y servicios que requiere para vivir dignamente, así como también tendrá el derecho de rendir un servicio a la sociedad, consciente de sus responsabilidades y de la importancia del ejercicio de su trabajo para el bienestar de los demás.
La producción y distribución de bienes y servicios en una economía orgánica buscará establecer una alternativa en relación a la economía de mercado, en base a la estructuración de un sistema que lidie de forma satisfactoria con la producción y distribución de bienes y servicios a gran escala, incluyendo factores tales como la distribución justa e igualitaria de la riqueza generada, armonía, cooperación y comportamiento consciente de sus integrantes.
La economía de mercado parte del principio que los recursos son insuficientes, y además define al ser humano como individualista, para lidiar con la producción y distribución de bienes y servicios a gran escala, pero evidencia su incapacidad para enfrentar la desigualdad en la repartición de los bienes y servicios producidos.
Así, partiendo de convenciones convenientes, pero no necesariamente verdaderas, se establece un sistema de producción y repartición de recursos que se muestra negligente ante factores que sí tienden a ser reales, como la cooperación entre las personas y la solidaridad del ser humano.
El sistema de precios de la economía de mercado está directamente relacionado al interés individual, pues los agentes económicos tratan de obtener el mayor lucro posible en una dinámica en donde el criterio de establecer un precio adecuado se basa en obtener ganancias sin ser sacado del mercado por la competencia. Así, la cadena de interés individualista se esparce por todo el sistema, enfrentando hasta cierto punto la complejidad de lidiar con tantas variables y agentes económicos simultáneamente.
Pero, si analizamos con más profundidad la situación, al aceptar el sistema de precios, reconocemos nuestra incapacidad para establecer un sistema de información que permita manejar adecuadamente la producción, distribución y consumo de bienes y servicios de forma justa e igualitaria, dejándole a los mecanismos del mercado la capacidad limitada de resolver tales problemas.
En una Sociedad Orgánica, el incentivo fundamental de las personas continuará siendo la satisfacción de sus propias necesidades, pero dado que las personas tendrán un nivel de consciencia orgánico, dentro de sus necesidades estarán incluídas las necesidades de los demás. Ellas no se considerarán entes aislados del resto de la sociedad. Ellas considerarán que son la sociedad, y por lo tanto, sus necesidades incluirán las necesidades de las otras personas. Cada uno considerará su bienestar tan importante como el bienestar de los demás.
Así, en una sociedad compuesta por personas cuyo comportamiento esté dirigido por el nivel de consciencia orgánico, se aceptará un sistema en donde la distribución igualitaria y armoniosa de los bienes y servicios vendrá acompañado por una repartición eficiente, generando el funcionamiento adecuado del sistema.
El reto más importante es crear un sistema de repartición de recursos suficientemente efectivo, eficaz y preciso, para que la distribución de los bienes y servicios a gran escala sea justa e igualitaria.
El sistema de costos parte del siguiente principio: al ofrecer un bien o servicio a otra(s) persona(s), la persona se preguntará: ¿qué precio debo pedirme a mí mismo por este bien o servicio?. La respuesta será probablemente igual al costo de tal bien o servicio. Por lo tanto, todas las personas conscientes tenderán a ofrecer el bien o servicio que ofrecen, su aporte a lfuncionamiento adecuado de la sociedad, a precio de costo, porque ellas pedirán el precio que ellas pedirían a sí mismas. De esta manera, el precio de los bienes y servicios a ser ofrecidos en una economía orgánica tenderá a ser igual al precio de costo.
De acuerdo a los paradigmas económicos vigentes, el sistema de costos es inviable, pues no será posible satisfacer el interés individualista de los accionistas de la empresa, o realizar aquellas inversiones que permitan aumentar el nivel de productividad, o aumentar el nivel de producción, etc.
En el sistema de costos, todos estos elementos deben estar incluidos en el precio final a ser ofrecido al sistema. Supongamos que un empresario necesita realizar una serie de inversiones para mejorar la producción. Desde el punto de vista económico vigente, al producir a precio de costo no tendrá los recursos necesarios para realizar tales inversiones. Desde el punto de vista orgánico, el costo de tales inversiones puede ser incluído en el costo de producción del bien o servicio ofrecido. En realidad, parece ser la expresión de una misma situación pero invirtiendo el orden de los acontecimientos. Bajo los paradigmas actuales, él necesitará tener ganancias para realizar las inversiones futuras, mientras que, bajo los paradigmas orgánicos, las inversiones estarán incluídas en los costos futuros. Desde el punto de vista ético, la segunda actitud es más justificable que la primera, pues en ésta el empresario actúa por interés individualista, y en la segunda se ocupa de mejorar la producción en beneficio de la sociedad.
La teoría económica vigente establece que la competencia permite reducir costos, asegurar la libre disponibilidad de bienes y servicios, incorporar nuevas tecnologías y aumentar la productividad, en una ilusoria situación de escasez de recursos suficientes para abastecer a toda la población.
Si partiéramos del principio que no existe tal escasez de recursos, podríamos establecer otro tipo de proceso que permita alcanzar los mismos objetivos, además de incluir aspectos relacionados a la perspectiva orgánica, como la igualdad y la cooperación.
Dentro de la concepción económica vigente, los productores forman parte de un sistema en donde la búsqueda de ganancias es parte de su concepción “natural”, llevando a cabo prácticas desleales para perjudicar a los competidores, y conquistar mayor porción del mercado, en una disputa en donde el interés individualista genera un estado conflictivo permanente. En realidad, además de encarecer el producto, tales prácticas son inarmónicas, pues inducen una dinámica de inestabilidad basada en una lucha sin vencedores, dada la exigencia de mantener la competencia.
Cooperación
Dentro de la concepción orgánica de la sociedad, en una determinada área económica, los productores pueden establecer redes de suministro, para proveer a la población de los productos y servicios que ésta necesita, comprometiéndose a velar por la suficiencia del producto, por su calidad, y por las mejoras continuas en el sistema productivo.
Para cada producto y servicio, las empresas pueden establecer una red de suministro para satisfacer las necesidades de las personas, mediante un proceso cooperativo en donde el precio es justo (en el sentido de vender el producto a precio de costos reales de producción, y no por costos adicionales relacionados con comportamientos competitivos, como propaganda, marketing, etc). Tales empresas se repartirán por consenso un sector determinado de la población, y realizarán el suministro del producto. No necesariamente todas las empresas venderán al mismo precio, pues en el precio de costo estarán incluídos factores tales como el transporte, la logística de distribución, o incluso factores relacionados a la producción. Tales empresas compartirán tecnología, y se suplirán unas a otras en caso de falla en la producción de alguna de ellas.
Uno de nuestros objetivos es realizar una propuesta de organización basada en un comportamiento consciente de las personas, que induzca una dinámica en donde el bienestar material ofrecido por la sociedad moderna, vaya a la par de comportamientos cooperativos de las personas, buscando alcanzar el bienestar general.
Dadas las innumerables fuentes de conflicto que presentan los centros urbanos y los paradigmas que rigen la sociedad moderna, nuestra propuesta se dirige hacia la sustitución de la ciudad moderna por una red de comunidades orgánicas, en donde pueda manifestarse la propuesta de la Sociedad Orgánica.
La propuesta de comunidades no es nueva. Esta siempre ha existido gracias al deseo de igualdad del hombre y la lucha por una sociedad basada en la justicia, la libertad, y las mismas oportunidades para todos. La comunidad representa un hecho común en la historia de la humanidad, pues la interacción y la mutua colaboración son fundamentales en la convivencia social del hombre.
Fue así que surgieron las comunidades pre-históricas, las comunidades cristianas primitivas, los monasterios de la Edad Media, la aldea feudal, las comunidades religiosas modernas, las comunidades socialistas utópicas (Robert Owen en Inglaterra y Charles Fourier en Francia), el koljós soviético, el ejido mexicano, las comunidades campesinas chinas y el kibbutz israelí.
Las Comunidades Orgánicas son grupos de 50 a 1000 personas que viven en un asentamiento común, donde cada familia posee una casa, pero donde varias actividades pueden realizarse de forma conjunta, como comer en el comedor principal. Todos sus integrantes realizan algún tipo de trabajo dentro de la comunidad.
La comunidad debe producir al menos un bien o servicio para vender a las otras comunidades o al mercado para generar ingresos, y así poder comprar bienes o servicios para la comunidad. Asímismo, la comunidad debe producir bienes o servicios para el consumo interno, como productos agrícolas, artesanales, etc.
Los miembros de la comunidad forman parte de ésta de forma consciente y voluntaria, con el objetivo de convivir bajo principios armoniosos, ofreciendo a sus integrantes los medios y condiciones de sustentación necesarios para cubrir sus necesidades materiales, sociales y espirituales, siempre teniendo como objetivo el bienestar individual y general.
Cada Comunidad Orgánica tendrá su propia identidad y vocación, en cuanto a los bienes y servicios a ser producidos. Aún cuando cada comunidad tenderá a producir una variedad determinada de productos, cada una tendrá al menos un producto principal, que se venderá a las otras comunidades, o al mercado en general.
Existirán comunidades cuyo producto principal será el cultivo de productos agropecuarios, en otras serán los productos manufacturados, productos de alta tecnología, e incluso habrán otras que ofrecerán como su producto principal la investigación, en una dinámica integradora y cooperativa.
La organicidad el sistema permitirá sustituir el mercado moderno por una red de comunidades, para proveer a todos sus integrantes de bienes y servicios que necesitan para vivir, y alcanzar el bienestar general.
Existen dos corrientes sobre el estudio del Estado. Una corriente histórico-inductiva, representada por Aristóteles, Vico, Hegel, Marx y Engels, que muestra el Estado como una estructura organizacional y política que surge de la complejidad de la sociedad, destinado a mantener el orden vigente y, por lo tanto, el sistema de clases; y una corriente lógico-deductiva, representada por Hobbes, Locke, Kant y Rousseau, que afirma que el Estado es el resultado político-institucional de un contrato social que permite a los hombres obtener el orden y el respeto de la propiedad y de los contratos a cambio de su libertad
Como puede observarse, la visión del Estado ha variado a lo largo de la historia de la humanidad. El hombre determina la naturaleza del Estado de acuerdo a su percepción sobre la realidad, a través de los lentes que le permitan definir la realidad de una forma comprensible y representativa de sus valores y formas de entendimiento. El Estado no constituye una entidad monolítica que permanece incólume a lo largo de la historia. Éste cambia de acuerdo a los valores éticos y morales del hombre.
De acuerdo a estas consideraciones, podemos establecer que el Estado pertenece más a un estado de consciencia del hombre que a su propia naturaleza interna. Por lo tanto, la naturaleza del Estado se manifiesta de acuerdo al nivel de consciencia del hombre. Su esencia corresponde a la manera como el hombre percibe la realidad.
Dentro de la concepción orgánica de la sociedad y de sus instituciones, tanto la sociedad como el Estado constituyen estructuras orgánicas, en donde sus unidades interactuarán espontáneamente dentro de la dinámica social. El Estado Orgánico constituirá una estructura con funciones bien determinadas, las cuales serán:
a) Proveer las condiciones necesarias para el cumplimiento adecuado de las funciones de las otras unidades.
b) Intervenir cuando sea necesario para la resolución de un problema que impida la interacción espontánea de dos o más unidades.
La función principal del Estado será asegurar el correcto funcionamiento de la estructura en general, como la unidad coordinadora general. El Estado ogránico cumplirá la función de permitir y garantizar el desempeño adecuado de las demás instituciones. No asumirá un papel protagonista ni interventor de la dinámica social, sino que acompañará el proceso natural de las estructuras sociales, coordinará el funcionamiento de la estructura, y contribuirá para que cada unidad cumpla su función.
Así, el Estado Orgánico quedará libre de una serie de prerrogativas modernas, que pasarán a estar bajo la responsabilidad de las personas y unidades que constituyen la sociedad. El Estado Orgánico tendrá la función permanente de monitorar el funcionamiento de la Sociedad Orgánica, y garantizar su buen funcionamiento.
Lo externo es manifestación de lo interno. No podemos observar el mundo externo sin tomar en cuenta lo que pasa en el mundo interno de las personas. El hombre aprecia la realidad de la forma como él puede interpretarla. El cambio hacia la Sociedad Orgánica se podrá dar cuando un número suficiente de personas sea capaz de visualizar la realidad de forma diferente, de forma menos mecanicista, y más armoniosa, integrada y orgánica.
Es necesario un cambio en el nivel de consciencia de un número suficiente de personas para transformar el status quo. A esto se llama masa crítica.
La verdadera transformación del orden vigente no se da de arriba hacia o de abajo hacia arriba, sino de adentro hacia afuera.
a) El Principio Minimalista
Este principio establece que todo cambio debe darse mediante la ejecución pasos mínimos en la dirección deseada, con el objeto de vencer la inercia que se genera a cada paso dado.
El Principio Minimalista se basa en el reconocimiento de la existencia de fuerzas naturales de oposición a cualquier fuerza de acción que sea ejercida en una dirección diferente a la inercia propia de la realidad.
Para alcanzar un objetivo determinado, es necesario proceder de forma gradual en la dirección deseada, avanzando paso a paso y no de forma drástica, para evitar el riesgo de generar el efecto contrario por causa de la fuerza de reacción existente a cualquier acción ejercida.
b) Acción Radical
Sin embargo, a veces no es posible alcanzar una situación deseable exclusivamente mediante el Principio Minimalista, sea porque los obstáculos son mayores a lo previsto, o porque no se dispone de tiempo suficiente para avanzar gradualmente o, sobretodo, porque mediantes acciones minimalistas se ha preparado el terreno para ejercer una acción más radical.
En cualquiera de esos casos será necesario llevar a cabo lo que denominamos como Acción Radical, que se define como la ejecución de una acción drástica, superior al nivel de la acción minimalista, con el objeto de darle un impulso importante a los acontecimientos en la dirección deseada.
c) El Efecto Péndulo
El Efecto Péndulo establece que si la Acción Radical es muy grande, superior al nivel deseado, la magnitud de la fuerza de reacción será tan grande que será capaz de ejercer el efecto contrario, haciendo retroceder la situación a un punto anterior al punto donde se aplicó la Acción Radical. A partir de ahí, la situación se transformará en un vaivén en forma de péndulo, en donde el retroceso llegará hasta un cierto nivel, y el movimiento general se volverá de nuevo favorable a la fuerza de acción inicial, y así sucesivamente hasta llegar a un punto de equilibrio final.
d) Masa Crítica
El concepto de masa crítica se refiere a un número suficiente de individuos capaces de inducir transformaciones en un sistema social dado.
La implementación de cambios sociales permanentes dirigidos al establecimiento de la Sociedad Orgánica sólo podrá venir a través de un proceso de conscientización, en donde un número de personas equivalente a la masa crítica permita inducir transformaciones en esa dirección.
a) Proceso Gradual
Se puede diseñar e implementar un proceso gradual que conduzca al establecimiento de La Sociedad Orgánica, mediante la ejecución de acciones minimalistas, intercaladas por acciones radicales, que conduzcan a un cambio de paradigmas, rediseño de las instituciones sociales, adaptación progresiva de los sistema económico y legal a las nuevas concepciones del Estado, la Sociedad, y el orden institucional.
Es importante no ejercer acciones muy radicales, para así evitar el efecto péndulo. El proceso debe ser progresivo para dar tiempo a las personas y al orden social a irse adaptando progresivamente al nuevo orden social, institucional y económico.
b) Proceso vía Crisis
En el caso de que no se ejecute un Proceso Gradual para el establecimiento de La Sociedad Orgánica, puede sobrevenir un proceso de crisis por causa de cambios que está pidiendo la sociedad pero que no están siendo implementados.
Este caso es menos deseable que el gradual, debido a la posibilidad del surgimiento de situaciones indeseables: inseguridad, violencia, crisis de las instituciones, incapacidad para controlar la situación, y miedo ante la incertidumbre.
El miedo es la peor de las motivaciones, pues induce ansiedad, lo cual inhibe la toma de decisiones sensatas y coherentes. El miedo a gran escala puede degenerar en un fenómeno de histeria colectiva, trayendo consigo consecuencias desastrosas en el sistema político, económico y social vigente.